sábado, 9 de mayo de 2009

Amar a Jesús en el otro fue la consigna vivida hoy


La experiencia de cultura de la unidad fue contada por una docente, una poeta, un juez, un músico y niños. También por grupos se abordó el ideal en distintas disciplinas. Ayer se destacó un panel interreligioso: “La verdad es un ladrillo que se coloca sobre otro para lograr una obra final”, dijo el pastor Manuel Olalla.

"Amar es también a veces perder", concluyó esta mañana el padre Javier, de Rivadavia, en la misa que dio inicio a la segunda jornada de la Mariápolis 2009 de Mendoza, llamado "Unidad: una cultura para los desafíos de hoy". Esta consigna, que se vivió ayer y hoy a través de testimonios de experiencias, juegos al aire libre y charlas grupales, fue la razón de ser de los más de 430 mariapolitas presentes en el hotel Ejército de Los Andes, en Bermejo.

Bienvenidos a la unidad

Los testimonios de los representantes interreligiosos fue de lo que más se habló en la cena del viernes.

Allí, el dominico Fray Domingo (fraile dominico) señaló que Jesucristo había comprendido que "la verdad es como un prisma" y que para llegar a la luz "es necesario la concurrencia de todos los colores", de allí su interés y compromiso por el diálogo interreligioso.

Omar Amores (miembro de la comunidad islámica de Mendoza) contó de su relación con el Movimiento de los Focolares. Dijo que cada vez que sus hermanos de la comunidad islámica sufría un dolor o una pérdida y miraba a su lado, encontraba "el consuelo de un hermano focolar".

Además recordó con mucho agradecimiento la solidaridad de los "hermanos focolarinos" con la comunidad islámica en otras ocasiones (entre ellas, el atentado de las Torres Gemelas). Manifestó que a lo largo del trayecto del diálogo interreligioso emprendido en Mendoza, "los focolarinos son la levadura de ese cuerpo".

Concluyó con una enseñanza: "Nadie ama hasta que desea para su hermano lo que desea para sí mismo".

Sahada, de la comunidad judía de San Luis, contó experiencias"que me marcaron fuertemente".

"En 1994, después del atentado contra la AMIA (en Buenos Aires) la policía fue a mi casa para preguntarme si necesitaba custodia".

Otra experincia ocurrió en la universidad de San Luis. Allí "quise asistir a una conferencia que se dictaba en torno a la guerra del Libano, de ese momento. El conferenciante me pidió que me retirara por ser yo judía, por lo tanto cómplice del derramamiento de sangre de inocentes libaneses, cuando en realidad lo que yo quería decir es que en la guerra todos pierden y somos nosotros desde afuera del conflicto los que debemos ayudar a superar aquello, que por profundas cicatrices no logran traspasar el dolor".

La puntana explicó que cuando conoció a Chiara Lubich y vio como ella se encontraba con musulmanes, judíos, budistas y cristianos "comprendí que ese era el camino".

Por todo ésto ella describió a los focolares con la siguiente imagen: "una puerta que se abre a una nueva idea de paz".

La charla la cerró Manuel Olalla, pastor de la Iglesia bautista del centro de Mendoza.

"A mí me sorprendió cómo los focolares vivían y celebraban la Palabra de Vida. En un cierto momento pensé ¿y éstos quiénes son? ¿serán más evangélicos que los evangélicos…?".

Olalla admitió que tras participar en un Consejo Ecuménico comprendió que la verdad es una construcción -en hebreo significa eso: "es decir un ladrillo que se coloca sobre otro para lograr la obra final".

"A raíz de estos encuentros conoci en el interior de la sinagoga la calidez del rabino y de su gente. Y viendo esta sala tan llena los convoco a que también ustedes participen en la Jornada por la Unidad de los cristianos", concluyó con aplausos que colmó el auditorio del hotel Ejército de los Andes.

Como decia Mauricio “este momento debe haber sido una gran alegría para Chiara en el paraiso”.

Una mañana llena de jóvenes

El sábado, una vez que terminó el panel sobre la apertura al Trabajo y el ideal de la Unidad, la sala se inundó de colores. Chicos y chicas que con mùsica, coreografìa y pintura nos mostraron cómo la Unidad no es una Utopía. Gen 3 y Gen 2 reflejaron la fuerza de las nuevas generaciones con el Ideal intacto por el “Que todos sean Uno” que les pasò Chiara.

Y luego la certeza de que Jesús en Medio nos hace vivir de un modo distinto cada relación, cada paso que damos, los jóvenes compartieron experiencias de este modo particular de vivir.

Las comidas también fueron un momento especial para la Mariápolis, ya que sirvió para que los mariapolitas se amaran recíprocamente.

Cómo llevarlo a la realidad

Por la tarde se realizaron talleres grupales según disciplinas-

"Hagamos de la parroquia nuestra casa" fue el grupo que enfocó el tratamiento de la familia, coordinado por Juan y Romina Saccone. "Jubilados ¿y ahora qué? convocó a los abuelos. Ester Castillo y Toño Gallar manejaron este grupo.

Los mariapolitas interesados en el arte se reunieron en el taller "Tu voz -mi voz- Un único coro", coordinado por Juanita Guevara y Lucy Grigor.

1 comentario:

  1. Gracias por esta reseña, saludos desde Córdoba, Argentina.

    Mario Antonio Herrero Machado

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